3 de noviembre de 2014

ADOLESCENTES, EXCLAVOS DEL "ME GUSTA"

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La peor pesadilla de un adolescente es ser un marginado. Toda su popularidad se juega en las redes sociales, una hoguera de las vanidades peligrosa donde todo es público e inmediato. Pero minimizar los riesgos es posible. Ayúdales y no les dejes solos.


Adictos a las redes sociales


Lo sabemos por propia experiencia: la adolescencia es un tiempo duro. Si apareciera un hada madrina y nos concediera un deseo, pocos quisiéramos volver a ella. Es la etapa en la que todo ocurre por primera vez: el enamoramiento, la traición, el desengaño, el afán de sentirse libre… Y, como todo lo nuevo y desconocido, sacude nuestras emociones con la fuerza de un huracán. Pero si hay algo especialmente duro en estos años de entrada en la vida adulta es la necesidad de sentirse aceptado por los iguales, ser aplaudido: por guapo, por listo, por simpático, por chistoso… En una palabra, eso que en las sitcoms norteamericanas signifi ca “ser popular”. Nuestras madres lo llamaban “tener éxito con los chicos (o las chicas)” y Alaska y Los Pegamoides, “tener una gran vida social”.
Nada ha cambiado: la competencia es frenética; las angustias, permanentes; y la timidez, un gran obstáculo. Nuestros hijos viven el mismo drama, los mismos sentimientos disparados y el deseo de no ser excluidos. Hoy también importan las marcas y las modas. Pero, si hay algo que defi ne más que ninguna otra cosa la identidad de la actual generación teen, es su uso de los dispositivos digitales y de las redes sociales.
La “edad del pavo” se ha convertido en una fuente de estrés para muchos chavales, y de preocupación para sus progenitores, que ven cómo sus retoños son capaces de todo por triunfar en esa pasarela universal. ¿La peor pesadilla? Ser un marginado, como lo llaman hoy. Y no hay peor forma de marginación que la de los “me gusta” y los “te sigue”. Su ausencia puede producir ataques de pánico y exacerbar los miedos adolescentes al rechazo hasta proporciones insensatas. Todo es público, y de forma instantánea: las rupturas amorosas, los abandonos, los defectos… Y, por tanto, mucho más doloroso.

De fotos, selfies y perfiles 
Hoy, cada chico es, en sí mismo, una marca personal, un gestor de su imagen, más competente que muchos equipos de marketing de políticos y celebridades. El perfil en Facebook se convierte en la piedra de toque de su posicionamiento público. ¿Y qué hay más importante para un adolescente? En los institutos proliferan los shootings. Basta observar la destreza con la que levantan la barbilla o mueven el pelo para obtener el mejor ángulo, aunque solo se trate de un selfi e. Y, tras la sesión, un buen retoque con la aplicación PicMonkey antes de subir la foto preferida.
El veredicto llega en forma de “me gusta” (80 son una cantidad aceptable, según las métricas adolescentes), comentarios y peticiones de amistad. Las reglas no escritas marcan que si la foto no ha obtenido la respuesta deseada, hay que quitarla. No hay mayor fracaso que el que no se quiere reconocer. Pero, lo dicen los expertos, que un niño de 13 años tenga 500 amigos es una aberración. Según un reciente estudio del Centro Reina Sofía sobre adolescencia y juventud, los jóvenes reconocen que internet puede aislarlos de su entorno, pero, al mismo tiempo, el informe llega a la conclusión de que aquellos chavales que no usan las redes sociales están en riesgo de exclusión.
La moda del postureo 
Es la denominación moderna del juego de las apariencias en la Red y es esencial saber controlarlo para construir un personal branding correctamente. Todos contamos una historia sobre quiénes y cómo somos. Para parecer interesantes, atractivos, inteligentes o, simplemente, adecuarnos al entorno. La clave a los 16 años siempre ha sido dar a entender que tu vida es tan apasionante como la de Kate Moss en Ibiza (en los 90, hoy es una madre de familia sin adicciones). Así que el segundo paso es elegir foto y comentario para un viernes por la noche: controlar el dónde, el cuándo, el cómo y el con quién se han convertido en un arte. Todos los amigos deben saber que la noche ha sido excepcional. Hay que pasárselo bien (o dar esa imagen) a toda costa.
El último informe del Pew Research Internet Project, que ha encuestado a 802 padres con hijos de entre 12 y 17 años, muestra que los adolescentes de hoy no temen exponerse cada vez más en las redes. El 91% publica su foto; el 71% dice el nombre de su colegio; el 53% menciona su dirección de correo electrónico; y el 20% incluye su teléfono.
Lo llamativo es que sí parecen conscientes de los peligros: un 60% mantiene su perfi l de Facebook en privado y la mayoría asegura que sabe cómo confi gurar la plataforma para protegerse. La Policía Nacional asegura, sin embargo, que cada día se producen al menos 30 casos de grooming en España: así se denomina cuando un adulto consigue con engaños o chantaje que un chico suba a la Red datos privados e imágenes provocativas. Y la ONG Protégeles afirma que se produce un caso nuevo de ciberbullying cada día.
Una competencia feroz 
Otra investigación de la Agencia Vasca de Protección de Datos y de la UPV revela que el 8,7% (entre 12 y 25 años) ha colgado alguna imagen en ropa interior o con el torso desnudo. ¿Por qué lo hacen? “Para ligar, gustar a los demás, por la presión de los amigos...”, responden. El problema, según los expertos, es que se habla muy poco con los jóvenes sobre qué son las redes y cómo usarlas. Los menores son pioneros y autodidactas y, además, creen que lo hacen muy bien. Una encuesta a más de 1.000 alumnos en A Coruña, realizada por la estudiosa Isabel Dans, desvela que tres de cada cuatro alumnos afi rman que los padres no les prohíben nada en internet. Se preocupan por el tiempo –el vamping, de vampiro, es decir, chatear de noche, y que se ha convertido en una adicción para muchos chavales, que etiquetan sus estados con los hashtags #insomnio y #desvelados–, pero no tanto por el contenido. Simplemente, porque no saben.
En internet, las chicas bromean, flirtean y buscan la aprobación de sus iguales, pero en la intimidad del anonimato dicen otra cosa: “Me siento como si no encajara”, “odio ver a gente perfecta porque hace que yo también desee ser perfecta”, “la gente cree que está bien reírse de los demás, que solo es un juego”, “nadie me entiende, me llaman gorda y horrible”, “a veces me siento como si no existiera y fuera invisible para todo el mundo, hago como si no pasara nada, pero duele”. En la encuesta, realizada con ayuda de la web Weheartit.com, el 66% respondió que había sufrido bullying en Facebook, el 19% en twitter y el 9% en instagram. El 59% dijo sentir que “no encajaba” en Facebook. Y todo por su aspecto, su forma de responder, el aspecto de sus amigos o sus actividades. Señas de identidad en un mundo gobernado por estrictas reglas no escritas que dicen cómo debe ser la imagen de uno mismo ante los demás
¿Cuáles son sus redes sociales favoritas? 
La que más cuentas activas de adolescentes tiene es Tuenti (72,6%), seguida de Facebook (67,6%) y Twitter (66,1%). Sin embargo, Twitter es la más usada (70% ), después Tuenti (51,7%) y Facebook (46%). Detrás está Tumblr (1,1%) e Instagram (4,4%). La app Whatsapp la utiliza el 84,4%.
Aumenta la popularidad de aplicaciones como Snapchat, un servicio de mensajería instantánea, y Kik Messenger o WeChat. Ask.fm es una de las últimas. Una web de preguntas y respuestas que admite el anonimato, con 50 millones de usuarios. Los adultos la utilizan para ligar y los chavales para averiguar su grado de atractivo.
Pero la adicción a este “juego” planea sobre el suicidio de al menos cuatro adolescentes el último año. El primer ministro británico David Cameron llamó a boicotearla y askme.fm ha prometido que aumentará la protección contra el bullying.
Conseguir popularidad, ese duro trabajo 
-Norma uno: suma muchos seguidores en tus cuentas.
-Dos: debes tener más seguidores que la gente a la que sigues. 
-Que no parezca que intentas conseguir fans planteando hashtags muy a menudo: es decir, que no se note que eres un wannabee, un quiero y no puedo.
-No postees constantemente. Una vez al día se considera suficiente.
-Si lo haces varias veces, deben ser cosas “alucinantes y extraordinarias”. Si intentas trolear al sistema, que no te pillen: por ejemplo, tener varias decenas de perfiles falsos desde los que pulsar “me gusta” en las fotos del perfil real. Quita las fotos que no tengan suficientes “me gusta”. Sé astuto
Manual para padres angustiados 
-Evitar el catastrofismo: una cosa es internet y otra el mal uso que se haga.
-Conocer las redes sociales. Dos sugerencias: Manual de redes sociales en internet y Técnicas de hacker para padres, de Mar Monsoriu Flor.
-Aplicar el sentido común y la prudencia a la hora de hablar con los hijos y explicarles los peligros con los que se pueden encontrar. 
-Compartir con los chicos lo que hacen, sin invadir su intimidad.
-Configurar las opciones de privacidad de datos personales.
-Ayudarles a escoger bien a quién se acepta como amigo. 
-Evitar las conductas de riesgo: conversaciones de índole sexual, publicación de fotografías íntimas, revelación de datos...
 -Aprender con los hijos: conviene navegar con ellos hasta los 12 o 13 años.
-Establecer límites claros: horarios, tiempo de uso, etc. Se puede pactar con ellos, por ejemplo, que muestren las fotos antes de subirlas.
Te interesa 
https://www.youtube.com/watch?v=fpK0jyKAIQ8 
Campaña británica del Centro de Protección de la Infancia. Muy interesante para explicar a los chicos adolescentes los peligros de colgar información y fotos íntimas en internet.
https://www.youtube.com/watch?v=ugmShCOi3zM#t=18 
Campaña impulsada por el Defensor del Menor de Madrid sobre qué significa la falta de privacidad.
http://vimeo.com/63267742 
Vídeo producido por la Ceapa (Confederación Española de Asociaciones de Padres y Madres de Alumnos) que aborda la relación de los adolescentes y las redes sociales.
-Si necesitas más información: 
www.protegeles.com 
www.chaval.es

EXTRAÍDO DE:  http://www.mujerhoy.com/psico-sexo/sentimientos/adolescentes-esclavos-gusta-831375092014.html